miércoles, 22 de agosto de 2012

Espejito, espejito


Por todos es sabido que durante los meses de verano las noticias se reducen sustancialmente en las redacciones de los medios informativos, y ni digamos si se trata de agosto, cuando los representantes políticos están de vacaciones.

Este es uno de los motivos por los que durante el período estival forman parte de los informativos algunos datos curiosos, recomendaciones, reportajes y demás recursos con el objeto de suplir el espacio que el resto del año ocupa la información política y sus desenlaces en la vida cotidiana.

Tanto es así que en un noticiario de la noche en una cadena privada de bastante audiencia sacan como “dato”, porque no puede llamarse información ni noticia, que los españoles se miran frecuentemente al espejo. La costumbre parece ser tan extendida que hay quien observa su reflejo más de setenta veces al día, convirtiéndolo en lo que una psicóloga califica de patología obsesiva.

La especialista aclara que quien realiza el gesto con tanta frecuencia da muestras de la inseguridad que siente. Acto seguido, aparecen en el vídeo señoras que reconocen mirarse cuando pasean por la calle en los cristales de los escaparates y jovencitas que declaran que sólo se miran dos veces al día.

Para peinarse, maquillarse, ver cómo le sienta la vestimenta, comprobar que no se ha dejado restos de pasta dental, ponerse las lentillas, ver qué cara tiene al despertar, etc. un espejo siempre será su aliado. Luego está quien es poco menos que narcisista y habla comprobando si le sigue su reflejo cuando tiene a su alcance donde mirarse. Y quien se mira en el retrovisor del coche automáticamente cada vez que se detiene ante un semáforo.

Sea más o menos coqueto o inseguro, según la óptica de la doctora, no podemos evitar sorprendernos cuando la imagen que vemos no se corresponde con la que queremos ver, y congratularnos cuando nos vemos guapos y favorecidos. Algo curioso y divertido en este sentido es cuando un niño reconoce que es él quien está al otro lado del cristal.