domingo, 30 de agosto de 2015

Comida de por medio

En nuestra cultura el acto de reunirse y celebrar está estrictamente relacionado con la comida. Cumpleaños, bodas, comuniones  y otro tipo de eventos no se entienden sin un brindis y aunque sea un mínimo aperitivo.

Este hecho está tan intrínsecamente asentado en nuestra sociedad que las personas que tienen algún trastorno alimentario tienen limitadas sus relaciones interpersonales. No haríamos los mismos planes si en lugar de coincidir con nuestros familiares para compartir un almuerzo, un café o una copa, quedásemos para pasear o exclusivamente para dialogar. De hecho, algunas conversaciones serían inviables sin un refrigerio de por medio.

Cuando llega una visita a una casa lo primero que realizamos es el ofrecimiento de tomar algo. Y es que la invitación a compartir momentos a la mesa es una forma de relacionarnos, como decía, bien instaurada entre nosotros. Sigamos brindando y que no falte el piscolabis.


domingo, 23 de agosto de 2015

Artesanos

Durante el verano, con el motivo de muchas fiestas populares, tienen espacio en calles y plazas diversos puestos de artesanos y artistas que durante el año han estado componiendo una muestra de su trabajo. Ya se trate de piezas de barro, cestería, joyas, artículos de madera, tejidos, alimentos, etc. en la inmensa mayoría de los casos es un trabajo que no se paga con dinero.

Las horas de dedicación que han empleado en la fabricación de sus productos son multitudinarias y el precio pocas veces compensa. Son frutos de unas manos muchas veces curtidas que no se cansan de reproducir el oficio que aprendieron de niños. La pena es que la industrialización y la producción mecánica vaya comiendo terreno a este arte. De hecho, es posible comprar la imitación de un traje típico "made in China" o unas argollas canarias en una cadena de joyerías que poca implicación tiene con las Islas.

Hago una apuesta por el trabajo artesano, por las creaciones de nuestros artistas y diseñadores, cuya mayor valía es la creatividad y la inventiva. Defiendo el uso de técnicas y procedimientos que complementen su trabajo, pero no de quienes quieren suplirlo al ritmo de las máquinas. Reclamo que la visita de las musas y la laboriosidad de las manos coexistan durante mucho tiempo.

domingo, 16 de agosto de 2015

Mayor de 30

En la etapa de la adolescencia o la juventud apenas nos preocupamos por cuestiones más allá de los estudios, los amigos, el ocio y las relaciones sociales. Una vez se alcanza la treintena se supera un límite. Es ya cuando se presupone que se ha consolidado la vida, se ha superado la etapa estudiantil y se ha alcanzado la madurez. A esta edad se plantea la vida independiente y la paternidad o maternidad.

Todo este contexto se fragua en el segundo milenio de la era cristiana. Ni que decir tiene que sólo unas décadas antes este proceso había concluido a los 19. Pues bien, hoy la edad es mucho más limitante que hace unos años. Es una odisea encontrar trabajo superada la treintena. En las mismas ofertas de empleo se requiere a jóvenes preparados y polivalentes que no superen los 25.

Hoy con 30 años tienes mucha edad pero poca experiencia. No tienes descendencia porque la vorágine social en la que estás inmerso te ha permitido simplemente formarte para luego no absorverte en el ámbito laboral. Tienes pocas expectativas en el terreno económico, tanto así que la independencia financiera más que un deseo sería un milagro.

Tampoco es cuestión de verlo todo negro. Hay unas luces que iluminan tu camino. Son las velas de la tarta de tu próximo cumpleaños ¡¡ A soplar!!


domingo, 9 de agosto de 2015

Las flores marchitan

Estos días leí en las redes sociales un mensaje que decía que una persona suele recibir más flores cuando muere, en el cementerio, que mientras vive. La razón que lo explicaba era que es más fuerte el arrepentimiento que la gratitud. Desde luego esta breve reflexión me ha hecho pensar.

¿Le han regalado algún ramo recientemente? El cariño y el agradecimiento debemos demostrarlo a diario. No hace falta que sea con flores ni regalos. Para eso existen los besos, los abrazos, los mensajes y el teléfono.

La razón de la vida colectiva es la interacción. Nada mejor para desarrollar la empatía y las relaciones sociales que comunicar nuestros sentimientos hacia los demás, hacia quienes forman parte de nuestra vida. Estos gestos potencian nuestra inteligencia emocional. Y no todo va a ser raciocinio.

Por aquí apunto que tienen todo mi reconocimiento y agradecimiento por dedicarme un minuto este domingo. Disfruten y sean felices.


domingo, 2 de agosto de 2015

Cartas de amor

Hace poco más de una década aún llegaban a nuestros buzones cartas y postales con cierta asiduidad. En la época navideña era más que habitual felicitar las fiestas y enviar a los amigos unas palabras mediante la correspondencia. Hoy este gesto se puede calificar de romántico, ya que WhatsApp y otras aplicaciones han tomado el relevo.

Ni en cumpleaños ni en fechas especiales. Ya no se recibe por correo postal más que las facturas bancarias y la propaganda electoral. Hace mucho que no llegan al buzón letras manuscritas. Los amigos por carta que hicimos en el colegio por escribirnos con niños de Francia o Reino Unido quedan hoy como meras anécdotas. Ahora existen los intercambios, que sin duda serán mucho más productivos.

Mucho menos las cartas de amor. Ya le digo que la mensajería instantánez se lleva la palma. Permite reproducir mensajes sonoros y eso no lo supera una carta perfumada o con la marca de los labios en carmín rojo.

Han ido desapareciendo los buzones y el teclado ha suplido al papel y la pluma. Ya hoy sólo queda el recuerdo para los nostálgicos. Dondequiera que vaya es más fácil encontrar folios e impresora que sobres y sellos.