domingo, 29 de marzo de 2020

Dulce hogar

Siempre que he escuchado o dicho la expresión "como en casa en ningín sitio", no imaginaba ni casualmente vivir unas circunstancias como las que estamos pasando en casi todo el mundo. Si lo pìenso, creo que un confinamiento no podría darse en mejor sitio que en tu casa, pero al ocurrir durante muchos días, acaba siendo un encierro desesperado.

Es verdad que estamos en nuestro entorno más próximo. Ni que decir tiene que estamos en mejores condiciones que las que sufren millones de personas a diario y, aún así, nos quejamos. Nos encontramos en casa, con ropa cómoda, tenemos comida, podemos entretenernos leyendo, viendo series, haciendo ejercicio... Nuestro aislamiento no se produce en un contexto de guerra o penuria.

Lo que demuestra esta situación es que nunca estamos satisfechos con lo que tenemos. Siempre ansiamos o deseamos vivir algo distinto. Es obvio que necesitamos encontrarnos con familiares, amigos o compañeros de trabajo. Tenemos muchas ganas de pasear al aire libre o tomarnos un café en un bar; pero tenemos la garantía de poder recuperar nuestra vida cotidiana y sólo eso es un verdadero lujo. Yo también quiero que sea pronto.

domingo, 22 de marzo de 2020

Aislamiento

Marzo de 2020. España vive un estado de alarma desencadenado por el virus COVID-19, que ha provocado miles de muertes a nivel mundial y ya ha causado más de un millar de fallecimientos en nuestro país.

La mayoría de los ciudadanos estamos obligados a permanecer en casa durante un mes, pudiendo salir únicamente para comprar alimentos o acudir a farmacias o centros sanitarios. Muchos apuntan que esta cuarentena nos da la posibilidad de disfrutar de hechos hasta ahora banales, como escuchar música, leer o ver una película.

Quiero creer que cuando hayan pasado unos meses y esta situación haya quedado atrás, lo viviremos como una hazaña, o como una anécdota, pero como algo que vivimos como nación y que nos enseñó a ser un poco más humanos y a valorar las cosas sencillas de las que disfrutamos cada día, que no son costosas, pero que tienen mucho valor: un paseo por la playa, un café en un bar, fotos con amigos...

Hasta entonces, nos quedamos en casa. Pronto volveremos a ser los seres sociales que tanto ansiamos.