sábado, 27 de febrero de 2016


Nieve y Facebook

Tras la importante nevada que ha acontecido este mes de febrero en Tenerife, son muchos los ciudadanos que quieren acercarse a las cumbres de la isla para ver la nieve. El motivo principal, más allá de disfrutar de una jornada invernal, es la inevitable foto con el fondo blanco para que la visualicen los contactos de Facebook o cualquier otra red social.

La publicación de la imagen me cuestiono si será para evidenciar la visita y dar constancia de cualquier cosa nueva que se haga, por anodina que sea. Ejemplo de ello son las constantes fotografías de comidas, salidas y la detallada vida social de la que muchas personas dan cuenta, pensando tal vez que quienes no lo hacen no disfrutan de su tiempo de ocio.

Aún estaban restringidos los accesos a El Teide y ya la mayoría de tinerfeños podía disfrutar de instantáneas de la cumbre nevada, como desde hace muchos años no ocurría. Todo ello gracias a los trabajadores del Parque Nacional que ejercieron de cronistas del momento. Poder disfrutar de ese testimonio es una virtud y la aplaudo. Lo que no comparto es la utilización de las redes sociales para divulgar contenidos desagradables, donde se maltratan niños o animales y que se reproducen automáticamente.




viernes, 19 de febrero de 2016

Botas de agua

A mediados del mes de febrero hemos recibido el invierno en las Islas Canarias. Pasamos la Navidad prácticamente en camiseta y ahora ha llegado el momento de ataviarnos con botas y paraguas.

Desde luego que parece que hay algunos ciudadanos, por llamarles de alguna manera, que desconocen algunas normas cívicas. Cuando llueve y vamos en coche puede parecer divertido pasar a velocidad sobre los charcos, pero habría que recordar que todos somos peatones desde que nos bajamos del vehículo.

Cuando eramos niños a todos nos divertía saltar sobre los charcos con las botas de agua, pero ya de adultos mojarnos no nos cae tanto en gracia. De hecho, hay quien parece tenerle temor a la lluvia, tomando carreras estrepitosas que bien podrían costarle un resbalón y sufrir una caída que pueda ser mucho peor que empaparse.

En una tierra cálida como la nuestra siempre viviremos la llegada del invierno de una manera diferente a las zonas del norte, acostumbradas a hacer vida bajo la lluvia. Lo curioso es que ante las contantes alertas meteorológicas y tras sufrir semejante nevada haya quien salga a la calle sin paraguas. A mal tiempo buena cara. A jugar con la nieve y cantar bajo la lluvia, como nos recuerda el clásico cinematográfico.

domingo, 14 de febrero de 2016

Princesas y bomberos

El Carnaval es el tiempo idóneo para que los niños se caractericen de aquello que les gusta, los personajes que admiran o la profesión que quisieran alcanzar de mayores. Es habitual ver a los pequeños con atuendos de policías, bomberos o a las niñas disfrazadas de hadas o princesas. Caracterizarse, pintarse la cara y dejar volar la imaginación en un escenario de fantasía.

Seguramente en unos años cambiarán de opinión y ya no desearán ser los héroes ni las dulces féminas que ideaban de pequeños. La realidad muchas veces devora a la ficción y a la imaginación, pero el Carnaval seguirá siendo un buen momento para hacerse ver como lo que siempre anheló, o simplemente para vacilar. Mención aparte reciben los hombres en tacones, con pechos postizos y labios pintados. Es que febrero es tiempo para disfrutar, para bailar y para reirse.

sábado, 6 de febrero de 2016

¿Me das un besito?

Seguramente recuerda una situación que vivió de niño a la hora de saludar a personas desconocidas para usted, pero allegadas a su familia, que insistían en acariciarle, hacerle carantoñas y pedirle besos. Me refiero a la típica escena donde una señora mayor le recuerda cuánto ha crecido y le pregunta sobre sus progresos escolares.

Por esto me he parado a pensar en la forma de saludarse que tiene la gente y he aquí mis conjeturas:

Los hombres, entre sí, tienen otro código. Para saludarse basta con darse unos golpecillos en el hombro o darse la mano. En ocasiones apenan pronuncian un escaso: "Ey".

Las mujeres somos más habladoras. Normalmente nos extendemos cuando nos encontramos con un conocido. Hacemos un balance de nuestras vidas tras haber estado meses sin saber de la otra persona. Encontrarse casualmente con una amiga en el supermercado o en la calle implica cierto retraso asegurado en los planes previamente establecidos.

¿Y cómo se saludan los niños? Son amigos, sinceros, espontáneos y muestran a flor de piel sus sentimientos. Basta con ir a un centro infantil para presenciar el alboroto y el jolgorio que forman al encontrarse.

¿Y los abuelos entre sus coetáneos? Aquí los protagonistas son las batallitas y los achaques. Justo después de haber vanagloriado a sus nietos, que si alguien no tiene modestia es porque no tiene abuelos.

Pues nada más. Me despido saludándole atentamente y deseándole un buen día.