Se acercan

Estamos acabando el año y restan apenas pocos meses para las próximas elecciones. Y se nota, vaya que si se nota. Ya comienzan a aparecer en los medios de comunicación distintos líderes políticos anunciando sus intenciones para acceder al gobierno.

Esta vez parece ser más plural que nunca. He visto una tertulia donde participaban representantes de cinco partidos y hasta me he asombrado. En esta ocasión, se ha apostado más allá del bipartidismo cansino que venía protagonizando las últimas campañas electorales.

La estrategia es la siguiente: los portavoces de los partidos se encargan de reprochar encarecidamente la nefasta gestión de los otros grupos en determinados ámbitos, a la par que presentan sus brillantes propuestas alternativas.

Todo parece indicar que volvemos a la etapa de "tú más" y que inundarán los espacios mediáticos personajes de uno y otro sector manteniendo discusiones acaloradas que se resolverán con un claro vencedor.

Bueno, ya les digo, que se acerca la época de acercarse mucho al pueblo y de hacer saber que están ahí. Todo se paga con una papeleta.

Otoño

Ha llegado el otoño. Ahora sí, hoy que ha llovido, que huele a tierra mojada. He visto paraguas abiertos y charcos en las esquinas de las calles. Y el pensamiento de la infancia me ha invadido: las botas de agua, los chubasqueros...

A pesar de todo extrañaba el cambio de estación. Me invade el olor a uvas maduras, a vendimia. Cambia el paisaje, las paredes escurren agua por pocas gotas que hayan caído y la gente corre huyendo para evitar mojarse. Las calles húmedas, vuelven a escena las botas y bufandas y los vaqueros regresan para quedarse.

Me vuelvo nostálgica, pero son tiempos de reunión, de más acercamiento a la familia, que se sientan a la mesa para compartir guisados y pucheros. Se encienden las chimeneas y nos acurrucamos a ver la tele arropados en una manta.

Que ha vuelto, que ya está aquí el otoño. Rebelde a la fecha que marca el calendario, llega cuando quiere.

Idiomas

En los últimos años, protagonizados por la falta de empleo y un mayor interés por la formación, se ha registrado un significativo aumento de inscripciones en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Viendo los requisitos que se solicitan en las ofertas de empleo actuales no es de extrañar.

Para optar a un puesto de dependiente o de camarero se requiere como mínimo un dominio del inglés y el alemán. Esto se torna en una paradoja en un país con una preparación nefasta en lenguas extranjeras y donde los presidentes de Gobierno son incapaces de articular palabra en otra lengua.

Ayer conocí una oferta de empleo para periodista que sacó el Servicio Canario de Empleo. La primera que conozco en años, lo juro. El puesto requería la titulación académica en periodismo y hablar a la perfección español, inglés, chino y alemán. Mi respuesta fue: Vaya por Dios. What a pity! Nin hao. Danke. A ver si me seleccionan.