domingo, 24 de febrero de 2013

Una madre de hoy

Esta semana se produjo en Canarias un caso de parto natural. Una mujer dio a luz en su casa a su hija en su segundo parto. La madre, que asistió a un centro hospitalario y le dijeron que aún no estaba preparada para parir, dio a luz a su bebé en el pasillo de su casa. Tras una contracción y un leve empujón, salió medio cuerpo de la pequeña. Y no se trata de una mujer que haya decidido dar a luz en casa, sino que las circunstancias le obligaron a hacerlo.

Con la ayuda de la madre de la parturienta, la criatura tuvo nacimiento en su hogar. Su hermano mayor, de cinco años, presenció parte del alumbramiento. A esta madre la llamaban valiente en los medios de comunicación, y sin duda lo es. Dar a luz a su hija sin ningún tipo de asistencia sanitaria en los tiempos que corren y sin anestesia, desde luego que es un acto valiente; pero tampoco pudo revocarlo.

Mi crítica, desde aquí, a los centros médicos y hospitalarios, que se tratan a las futuras mamás con bastante desdén y poco cuidado. Está claro que niños nacen todos los días, pero cada uno merece una atención básica por parte de los profesionales.

martes, 12 de febrero de 2013

Prioridades

Hoy en día, y como fruto de la situación socioeconómica que vivimos, se ha vuelto frecuente que tengamos que elegir, tomar deciciones, aceptar y descartar propuestas en el día cotidiano. Desde la marca de detergente que consumimos hasta las medidas de ahorro que han llegado a todos los hogares en mayor o menor magnitud, estamos marcando prioridades.

Es lógico priorizar unas cosas y darle más importancia a aquellas rutinas y actividades que son esenciales. Lo importante es que hemos tenido que negar. Hemos dicho no al gasto en determinadas acciones. Ahora los españoles no comen fuera de casa con tanta asiduidad, ni realizan actividades de ocio que impliquen un gran consumo de dinero.

Hoy escuché el testimonio de un hombre al que embargan su vivienda y hablaba de prioridades. Para él lo primero es su casa. Comenta que la comida se la pueden suministrar sus familiares y si no tiene coche se puede desplazar de otra manera. Pero la vivienda es un bien primordial. Para empezar, es un derecho.

Pues ese derecho parece que no se respeta. Casi a diario somos cómplices de multitud de desahucios. Miles de personas que se han visto sobrevenidas por una situación económica más que adversa y que luchan simple y llanamente por sobrevivir. Resulta que si no pagan la cuota correspondiente a su vivienda los echan a la calle, les convierten en mártires de la financiación del cemento y el ladrillo con el que construyeron sus hogares.

Y si se trata de priorizar uno se queda con lo básico, con lo mínimo. Con lo que el derecho aguarda para cada ser: la comida, la vestimenta y un lugar donde residir. Un cobijo. Que no hablamos de chalets en primera línea de mar ni de segundas residencias.

La vivienda, que es lo primero, se ha convertido en lo último. Sólo esta semana se han suicidado varias personas en España en proceso de desahucio. La entidad bancaria, amparada por el poder judicial, les despoja de lo que tienen para dejarlos sin nada. Y luego hablamos de prioridades... No sólo los caracoles van con la casa a cuestas.




domingo, 3 de febrero de 2013

¿Estás trabajando?

La pregunta más pronunciada por los españoles en los últimos tiempos es: ¿Estás trabajando? En cualquier punto de reunión o confluencia de personas se articula la frase como si se tratase de una sentencia. Un breve saludo seguido de la dichosa pregunta es lo que puede escuchar de boca de unos y de otros un día cualquiera y en el lugar más nimio que se pueda imaginar.

Basta que se encuentren dos conocidos para que salga la cuestión a la palestra. En la sala de espera de un consultorio médico, en la calle, esperando para cruzar un paso de peatón. Cualquier escenario es válido.

Y es que con la elevadísima tasa de desempleo que sufre el país, que se esté trabajando es meritorio, una dicha. Con un índice de desempleo juvenil del 50%, Canarias es una región que forma a profesionales que quieren pero no pueden trabajar. Y es que como leí en una publicación humorística: "En España hay trabajo, lo que pasa es que quieren cobrar por ello".

Más que nunca están de moda las colaboraciones, el voluntariado. Y me parece ético cuando es eso: voluntario. En mi profesión, el periodismo, conozco casos a cada poco donde se solicitan profesionales para que trabajen gratis, para que escriban artículos o locuten programas por amor al arte. Y se pretende justificar la dedicación de estos profesionales como una colaboración. Se colabora un día o un tiempo, pero no se puede hacer de ello una costumbre.

¿Estás trabajando? Ojalá pronto podamos desechar esa pregunta porque el empleo se incremente. Aunque parece difícil que vuelva a ser como antes. La promoción profesional en una empresa pasó a la historia. Ahora, los contratos de mes en mes y con sueldo escaso. Y gracias.