domingo, 27 de enero de 2013

Prejuicios en vena

Con la realización de mi reportaje sobre Isidro, un hombre que muchos consideraban vagabundo por padecer síndrome de Diógenes, me he dado cuenta de la cantidad de prejuicios que llevamos implícitos en nuestra apreciación de otras personas.

No pueden imaginarse la cantidad de individuos que me han referido al protagonista de esa historia como a un pobre diablo. Como lo ven rebuscando en la basura, su "ordenador de a bordo" les indicaba directamente que se trata de un desgraciado. Ha sido fascinante la cara que han puesto cuando les indiqué que Isidro se sirve de cosas que recoge en la basura para expresarse en su día a día. De las revistas, que son su predilección, recorta la fotografía de aquellas cosas que desea, y no me refiero a un coche o una moto, sino simplemente a hacer saber a su familia que le apetece comer naranjas o pollo.

Los prejuicios parece ser que los llevamos en vena. Y nos sobresaltan a diario, cuando vemos a una persona postrada a la puerta de una Iglesia o de un supermercado con un cartel pidiendo una limosna, o cuando se acercan a su coche los gorrillas de algún apracamiento público para solicitarle una propina.

Pero prejuicios hay para bien y para mal. ¿Por qué creemos en la palabra de alguien a quien admiramos y a quien estimamos muy bien? ¿Es que acaso esta persona no puede engañarnos? En ocasiones nos justificamos nosotros mismos para no pensar mal de él.

Imagínese que es usted familiar de uno de los políticos de los que conocemos casos de corrupción. Piense que duerme en su misma cama y comparte la vida con esta persona. Cuando salta la noticia, lo menos que quiere es sospechar que su cónyuge, a quien tiene por buen representante público y por alguien transparente, está pringado en este asunto. Pero puede que le embargue la duda.

En fin, que somos detectores automáticos de perfiles. Sólo por la apariencia de alguien, los prejuicios  manifiestan si debemos confiar en él o en ella o descartarlo. Y me imagino que así deben funcionar los procesos de selección para candidatos de empleo. Si gusta tu foto, o eres agradable a la vista no importa el currículum de tu contrincante, que te quedas.

viernes, 25 de enero de 2013

Un nuevo proyecto

Con mi colaboración en canarias3puntocero.info he instaurado un nuevo proyecto en mi trayectoria profesional.

Te recomiendo que leas mi primera aportación a este periódico. http://canarias3puntocero.info/5242/

La realización de este reportaje ha valido para mí más de lo que me ha costado. He tenido que buscar diferentes fuentes: institucionales, familiares y voces cercanas a la historia de Isidro; pero he experimentado en primera persona el sentir que sufre la familia por el padecimiento de este hombre, que padece una enfermedad muy poco común.

La historia me ha ido atrayendo cada vez más hasta que he localizado la mayor cantidad de información posible. En este caso ha sido un reto porque el protagonista del reportaje no puede articular ni una sola palabra.

Isidro, el protagonista del reportaje.

No me queda más que recomendarles la lectura y hacerles constar que me he sorprendido en demasía al toparme con una realidad rodeada de prejuicios.

miércoles, 16 de enero de 2013

Medidas preventivas

A lo largo de estos últimos días he sido cómplice de lo que podríamos llamar la última moda. Varios vecinos, al parecer de muchos municipios, han instalado delante de sus fachadas garrafas llenas de agua para espantar a las mascotas que hacen sus necesidades a las puertas de sus casas.

Hasta hoy no había visto cosa semejante, pero parece ser una medida preventiva contra malos olores y rastros de orina. Alguien me ha comentado que colocan los recipientes con agua para facilitar a los dueños de los animales que limpien las deposiciones de sus mascotas. Sin embargo, hay quien ha apuntado que lo hacen para que los perritos cuando pasen se vean reflejados en aumento en la garrafa y salgan de allí pitando pensando que hay una criatura enorme que les persigue.

De una u otra forma, parece que se trata del último método. Por lo visto, son varias las medidas repelentes que emplean los vecinos: azufre, lejía y productos específicos para ahuyentar a las mascotas.

Desde el punto de vista de los dueños de los perros hay que entender que pueden recoger sus cacas, pero es más difícil evitar que el perro orine en un sitio concreto.

Me pregunto si con la cantidad de artilugios que las empresas fabricantes sacan al mercado para la atención y el ciudado de las mascotas, ¿hablaremos más adelante de pañales caninos?


martes, 1 de enero de 2013

Un nuevo uno de enero

Hoy es día uno de enero. El día del año en que el nombre de mi blog no tiene sentido. Haciendo un guiño a la edición de la prensa en este día, motivo por el que lo denominé así, hoy me he visto sorprendida. La inmensa mayoría de negocios comienza el año de día festivo. Y hasta hace poco, los quiosqueros tenían la excusa de cerrar este día porque no se editaban los periódicos.

No sé si es la fatídica crisis económica la culpable, pero hoy, uno de enero, me he encontrado abierto un estanco de esos que funcionan principalmente por la venta de la prensa y golosinas. Sólo esta breve mención.

Nos queda por delante un año entero para rellenar de titulares, para leer noticias y artículos y observar las fotografías e imágenes que nos ofrece la realidad social cada día.

Empezando 2013 ya algún ministro se atreve a "garantizar" fechas de recuperación de empleo y para el reestablecimiento de la economía. No sé lo que nos deparará el año supersticioso, pero que nos dejen disfrutar al menos del primer día sin escuchar promesas y argumentaciones de índole política.

Mañana ya podré decir: "hoy no es uno de enero" y durante el resto del año este lema me asegura cobertura. De lo que parece que no nos podremos resguardar es de la guerra cruzada de los grupos de gobierno, de la demagogia política.

En este uno de enero no me atrevo a predecir, sólo espero que las portadas de este año demuestren que "sin periodistas no hay periodismo, sin periodismo no hay democracia". Y culmino agredeciendo el trabajo a los colegas periodistas, aquellos pocos afortunados que pueden aún conservar un empleo en uno de los sectores que más puestos de trabajo destruye en el país. Gracias por su trabajo, hoy más que nunca necesario.