domingo, 30 de diciembre de 2012

Quiero adelgazar

Quiero adelgazar. Y es un propósito que debemos ponernos para el año nuevo. No sólo yo; tú también deberías hacerlo.

Quiero que adelgacen algunas cifras que son más que un lastre para este país. Quiero que aminore la tragedia de las muertes por violencia de género, que han sido un total de 46 durante este año 2012. Debemos mostrar "tolerancia cero" a esta lacra que no acabamos de erradicar y seguiremos luchando por combatirla. Es una pena que se destinen cada vez menos recursos, porque en este ámbito no se debería recortar.

Otra lista negra que quiero que disminuya es el número de desempleados, que ya es multimillonario y se acrecenta cada vez más. Millones de personas que buscan un empleo. Hombres, mujeres, jóvenes, maduros, recién titulados, etc. que anhelan una oportunidad laboral para trabajar en el país que nacieron, se formaron y que ahora no les ofrece la oportunidad de ejercer profesionalmente.

Que adelgacen las listas de espera para acceder a una operación quirúrgica o a un diagnóstico médico. La Sanidad de España, que tan bien ha sido considerada, parece que ahora tiene replicantes. Quienes de verdad padecen son quienes necesitan una atención médica y no están pendientes de cuestiones políticas. Una marea blanca se ha manifestado en todo el país a favor de una sanidad pública y gratuita. Tal vez algunos dirigentes públicos necesitan una cita con el oftalmólogo y consulta urgente con el otorrinolaringólogo. Lo peor es que quienes se hacen que no ven y hacen oídos sordos pasan por la consulta privada.

Que adelgace la corrupción política. Los casos que conocemos por desgracia muy frecuentemente y que hacen que los cuidadanos pierdan la confianza en los representantes públicos. El Rey ha culminado el año reivindicando la política con mayúsculas. Otros reivindicamos simplemente respeto, coherencia y transparencia hacia los ciudadanos.

martes, 11 de diciembre de 2012

Un anuncio sexista


Hace unas semanas que vengo escuchando en las emisoras de radio de ámbito nacional una cuña publicitaria que no puedo calificar por menos de sexista. Se trata del anuncio de La Primitiva.

En pocos segundos se relata la vida de una mujer, catalogada como ama de casa, que describe un sueño que ha tenido. En las peripecias oníricas de la señora lo que aparece en su día cotidiano es un plumero, que parece perseguirla, también salen a escena unas alubias que se están cocinando y para culminar se menciona la telenovela. Finaliza la cuña con una voz en off que pronuncia la frase: “¿Qué clase de sueños vas a tener si no juegas a La Primitiva?”.

Si usted escucha este relato, tal vez no le llame la atención. Pero a mí desde el primer momento en que lo oí me conmovió sustancialmente. Y es así porque con este encasillamiento de la vida de la mujer en las labores de la casa no se logra, bajo mi punto de vista, sino ahondar en estereotipos que a estas alturas deberían estar más que superados.

Estos mensajes pueden llevar a plantearse lo desdichada que es la vida de una mujer relegada a sus quehaceres diarios. Y sin dinero, si no juega y le toca La Primitiva, parece que más miserable será su existencia. ¿Por qué se pone de ejemplo la vida de una mujer que no puede aspirar a más que limpiar, cocinar y ver la televisión? Y que no sueñe con conseguir ningún logro si no es agraciada en el dichoso sorteo.

Me sorprende que una entidad como Loterías y Apuestas del Estado no realice una análisis de los contenidos que publicita, que pueden herir la sensibilidad de los oyentes. Y pongo en duda los beneficios que pueden obtenerse mediante la venta de estos productos de juego apostillando de esta manera los perfiles sociales.

domingo, 2 de diciembre de 2012

De cayucos a low cost

Desde hace ya algunos años empezaron a llegar a las costas españolas multitud de embarcaciones con grupos de inmigrantes a bordo procedentes en su mayoría de países africanos, que llegaban a España con la esperanza de encontrar un futuro mejor.

A medida que se ha arraigado en nuestro país la crisis económica que ha suscitado miles de titulares informativos y una ingente cantidad de conversaciones cuidadanas, la llegada de pateras ha ido disminuyendo. Y es que ya este país no es garante del "sueño español".

Todos hemos escuchado comentarios despectivos, criticando la llegada masiva de inmigrantes ilegales a esta nación. Y hemos oído hablar sobre cómo se les destinan recursos o medios sociales. Lo que pasa es que ahora la situación es un tanto controvertida. Ahora son los españoles quienes ansían emigrar, trabajar en otros países donde tengan oportunidad de desempeñar un empleo; en el mejor de los casos donde ejerzan su titulación académica y sean valorados como tales.

Pues sí. Parece ser que la emigración ha pasado de cayucos a low cost. Ahora reservamos un billete aéreo en una compañía de bajo coste. La idea es que algún lugar de la faz de la Tierra absorva la fuga de cerebros que huyen despavoridos en busca de un futuro mejor. Son jóvenes que se han formado durante años en duras titulaciones y que no tienen la oportunidad de desempeñar sus funciones en el país que le ha brindado la formación. No son altas miras, es optar a ejercer aquello en lo que se han formado y que aquí no pueden realizar.

Sólo espero que en sus países de destino no se encuentren a personas injuriosas que aleguen falsos motivos e importunen al inmigrante español. No quieren quitarle nada a nadie, simplemente son luchadores con mucha voluntad.