La última moda en formas de extraviar dinero público es celebrar comidas, banquetes y viajes a todo lujo. Regalos de última generación para allegados y benefactores, no vaya a ser que piensen que no les tenemos en cuenta.
Estos días se ha celebrado en Madrid la edición de FITUR 2012, la Feria Internacional de Turismo. Aprovechando la ocasión de tal congregación, al Cabildo de Lanzarote no se le ocurre mejor escenario para agasajar a casi una veintena de periodistas del ámbito nacional, entre los cuales se encontraba un nutrido grupo de los que realizan la denominada prensa rosa.
La invitación consistió en una cena para 19 personas con valor de 3.000 euros. No quiero imaginarme el menú en época de bonanza, si se sirve a este precio en tiempos de austeridad. Haga la cuenta a ver a cuánto sale el cubierto. Ya le digo yo que son 157 euros el servicio. Consideren ustedes lo bien qué se alimentan los compañeros periodistas o figúrense qué excelentes anfitriones son los representantes de la institución insular.
Lo que me ha hecho gracia ha sido la justificación de la responsable del área competente del Cabildo lanzaroteño, que argumenta que el coste de la cena no es proporcional al beneficio que obtendrá la isla de los volcanes por las menciones de los mentados periodistas en múltiples programas de audiencia nacional.
Una nueva estrategia para fomentar las visitas turísticas. No complazcan a los visitantes, sino alimenten a los periodistas. Coma a todo lujo, que paga Lanzarote.
