viernes, 8 de marzo de 2019

Sin riesgos

He leído un titular, he abierto la noticia y confieso no haber terminado de leer el párrafo porque no daba crédito. La CEOE, la patronal de empresarios, atribuye la brecha salarial a ciertos rasgos psicológicos de las mujeres como que no arriesgan en el plano laboral.

Puede que sea yo, que esté un poco irritada porque hoy sea 8 de marzo y haya tenido que escuchar que contamos la novena víctima de violencia de género en apenas dos meses de este año.

Que la mujer no arriesga en el trabajo, aparte de ser una falacia y un ataque, es mentira. Decir que la mujer tiene ventajas para las relaciones personales mientras que el hombre posee habilidades para negociar y competir, es banalizar y no salir de los estereotipos.

La mujer lo entrega todo. Apuesta por su incorporación al mercado de trabajo a pesar de que sabe que tendrá una carga superior a la de un hombre. Es una trabajadora incansable, es madre, ama de casa, cuidadora.

Es intolerable que haya que soportar calificativos semejantes. Vengan de quien vengan no los acepto, precisamente porque no estamos en igualdad de condiciones. Por eso es por lo que luchamos en días como hoy, aunque algunos no se enteren.

viernes, 1 de marzo de 2019

Soy feminazi

A la vista de los últimos acontecimientos socio-políticos que sufrimos en España, he considerado mi posición. Algunas fuerzas definen como feminazis a aquellas personas que defienden un "feminismo radical", según ha llegado a afirmar la propia Real Academia Española en redes sociales.

Diversos colectivos insisten en equiparar la violencia de género con acciones violentas que pueden producirse en el ámbito de la familia. Es innegable que las mujeres, por el mero hecho de ser mujer, estamos sometidas a una serie de conductas sociales que no sufre el hombre. Vegaciones,  soportar que les increpen, abusos, que te infravaloren o te veten son sólo algunos ejemplos.

Soy defensora de la mujer, o feminista, o feminazi ; me da igual cómo me califiquen. Pero alzo mi voz y lucho a diario por erradicar comportamientos anquilosados y machistas que degeneran la figura de la mujer, e incluso de las niñas, en la sociedad. Y lo seguiré haciendo, porque creo que soy igual de capaz que cualquier otra persona, independientemente del sexo que sea.