domingo, 19 de abril de 2020

Libre

En tiempos del confinamiento parece recurrente pensar en qué haremos cuando acabe esta reclusión y podamos salir libremente a la calle. Lo más sorprendente es lo que ya sabíamos: que las cosas más importantes no tienen valor económico.

No creo que ansiemos comprar cosas, sino sentir. Oler, tocar, ver... Cuando sea libre quiero oler a salitre, quiero tocar la arena de la playa y la corteza de los árboles. Quiero ver y disfrutar de los paisajes de mi tierra, que tanto añoro.

Hemos agudizado el oído estos días con el canto de loa pájaros y con nuestra música favorita. Pero yo quiero oír el barullo de los niños por los pasillos de los colegios, el tintineo de las tazas y cucharas en una barra de bar... Y quiero escuchar, escuchar las voces de mis familiares y mis amigos de tú a tú, sin móviles ni videollamadas.

Quiero saborear la libertad de la que gozábamos hace unos meses y a la que no le daba la importancia que tiene. Vivir y sentir.


viernes, 10 de abril de 2020

Por ellos

Abril de 2020. Seguimos confinados por la mayor crisis sanitaria de nuestra historia. Hoy se cumplen 27 días de aislamiento social y lanzo una reflexión por ellos, por las personas que siguen trabajando en un entorno hostil y peligroso, cuando todos los demás nos resguardamos.

Son muchos: sanitarios, policías, bomberos y personal de las fuerzas de seguridad, pero son también agricultores, ganaderos, limpiadores, transportistas, panaderos y todos aquellos que están muy alejados de los salarios galácticos, pero que hoy se han convertido en imprescindibles en esta lucha.

Gracias a la gente humilde, que sigue luchando día a día por sacar este país adelante, que trabaja con miedo, pero con la esperanza de vencer al virus que asola el país y gritar por ganar la batalla.

Gracias a ellos, gracias a todos. Por ellos y sobre todo, gracias a ellos, seguimos adelante.