lunes, 31 de octubre de 2011

Las dos caras

La realidad social española, como la de otros tantos países, tiene dos caras. La cara A y la cara B o como se las quiera denominar. De un lado se encuentran quienes no tienen empleo, no cobran subsidios ni prestaciones y del otro lado están aquéllos que derrochan sin miramientos, quienes le meten fundidas a la tarjeta de crédito para pagarse caprichos, comer manjares o realizar viajes de ensueño. Además, la crisis económica que sufrimos acentúa aún mucho más estas diferencias, que son claramente palpables.



Que la cifra del paro se aproxime a los cinco millones de personas es un dato muy preocupante para los gobiernos, pero quienes lo sufren son los protagonistas. Mientras esta ingente cantidad de españoles no ve solución a sus problemas diarios, hay otra relación de personas que tiene una vida bastante holgada. Son mujeres de ejecutivos y altos mandatarios que dedican su tiempo a realizar actividades de ocio, puesto que no desempeñan una ocupación laboral. Estresadas sesiones de gimnasio, largos paseos para ir de shopping acompañadas del chófer y tomar el aperitivo con las amigas son algunas de las citas de la apretada agenda de las buenas economías.

Un chalé con parcela y piscina en una urbanización de lujo se contrapone a un piso de escasos metros cuadrados con una hipoteca a varias décadas y la mirada puesta en el euribor y los tipos de interés. Son las dos caras de una realidad que vivimos en nuestro país. Hay miseria y hay lujo.

Muy frecuentemente conocemos el caso de una nueva familia desahuciada, que abandona a la fuerza su hogar, mientras en una boutique se encuentra alguna señora gastándose en zapatos y en ropa de firma tanto como le paga al mes a la sirvienta inmigrante que le atiende en su mansión. Éstas son las dos caras de la moneda: las caras de una economía con auténtica crisis de valores.

miércoles, 26 de octubre de 2011

Buenas nuevas

Llevamos una temporadita informativa en que no dejamos de conocer malas noticias a nivel internacional. Si ves un informativo o escuchas un boletín en la radio, solamente conoces hechos que suceden y que dejan tras de sí una estela de pesimismo y desesperanza.



¿A qué se le puede considerar una buena noticia? ¿A qué ETA deje las ramas o a que haya muerto Gadafi? Si consideramos lo que viene antes, creo que es un hecho memorable, pero se ha dejado mucho en el camino. Estos acontecimientos que algunos celebran han dejado profundas huellas de muerte y de dolor.

Entonces, ¿qué entenderemos por buena noticia? Para mí la más destacable de los últimos meses es el matrimonio de doña Cayetana de Alba a sus 85 años. Por fin unos días nos olvidamos de la crisis, de Rubalcaba y de Rajoy, de la prima de riesgo y de Grecia. La duquesa nos alegró la semana. Olé por ella y por su sabia decisión. Por ofrecernos unas graciosas imágenes y hacernos pasar un ratito de distensión.

jueves, 20 de octubre de 2011

Navidad desde octubre

¿Qué la Navidad es en diciembre? Jajaja. Iluso. Mejor debería decir Jo, Jo, Jo, parafraseando a un gordito que se cuela por las chimeneas. Y es que quien tiene este pensamiento es porque no se ha paseado por las calles y los establecimientos comerciales desde mediados del mes de octubre.




Muchos ayuntamientos aprovechan para que los operarios adelanten trabajo y con motivo de no tener que pagar horas extra envían a grupos de personas a instalar alumbrado y decoración navideña por las calles de las ciudades desde comienzos de este mes otoñal. Con esta medida se ahorran cientos de euros y le recuerdan que llegan las fechas navideñas.

Para contagiarse de ilusiones visite los centros comerciales donde ofrecen una amplia gama de artilugios para mantener la casa decorada como si fuese huésped de Santa Claus. Árboles para instalar en el salón, de distintas tonalidades y tamaños y con posibilidad de adquirirlo artificial o comprar un pino natural. Bolitas de colores, luces decorativas, osos, renos, el Papá Noel que puede colgar de la ventana o el balcón para que los vecinos no olviden que llega la época navideña, los tres Reyes Magos, el portal de Belén, discos de villancicos o postales de felicitación para las fiestas.


Que ni decir tiene que cuando llegue la hora de preparar los agasajos navideños ya se encuentra usted cansado de la Navidad, aún sin llegar, porque los comercios se han tomado la cortesía de ofrecerla desde octubre. Y podrá disfrutar de tres meses completitos de canciones, luces, compras y buenos deseos, que llegan a su fin en enero. Pero no se preocupe, que si incluso le quedan ganas, puede acudir a las rebajas a sudar peleando por un jersey para bajar las calorías que le han dejado los turrones.

Todo aderezado de cava, polvorón, trufa y discurso navideño. Finalice el año atiborrándose a langostinos y comiendo fruta para compensar. Tome sus uvitas y pida un deseo, no sea que el año que viene le deje peor. Y tenga en cuenta que siempre ha podido preparar con anticipo esta celebración, porque los artículos llevan meses colocados en las estanterías de los establecimientos comerciales.