lunes, 28 de noviembre de 2016

Genitales

En estos días y probablemente en relación con la celebración del día contra la violencia hacia la mujer se ha hablado sobre las pocas mujeres que existen en puestos directivos y las contadas féminas dirigentes a nivel institucional cuya opinión sea realmente significativa en el devenir de la vida socio-política. Obviamente, y por desgracia, no me sorprende. Es el resultado de décadas de educación en un ámbito machista y patriarcal donde la mujer ha quedado relegada al entorno doméstico.

Hoy todo el mundo sabe que la mujer puede lograr los mismos méritos profesionales que un hombre, pero esa evidencia no se traduce en cifras, ni en sueldos, ni en representación. No me refiero a la figuración igualitaria al 50% de los dos sexos en corporaciones políticas o empresariales, sino al reconocimiento de la valía personal más allá del género.

En otro lado queda la diferenciación en el lenguaje, el desdoblamiento lingüístico. Hay quienes defienden fervorosamente remarcar aquello de "hombres y mujeres", "ciudadanos y ciudadanas", "ellos y ellas", "alumnos y alumnas", etc. Personalmente, no me molesta la utilización del término genérico y lo considero más cómodo. Por otro lado, entiendo que se intente inculcar en las nuevas generaciones, aunque considero apropiada la utilización según convenga al hablante, sin caer en discriminaciones ni alusiones peyorativas.

Si lo piensa, lo único que diferencia a un hombre de una mujer que fueran candidatos a un mismo puesto de trabajo, por ejemplo, es el sexo. Si una persona es válida y está preparada para ejercer su profesión, sus genitales no pueden excluir a quien es adecuado para desempeñar esas funciones ¿Qué diferencia a un odontólogo de una odontóloga? ¿y a un conductor de una conductora? ¿a un cocinero de una cocinera? Sin embargo, existen tópicos que se han instaurado que censuran a la mujer en beneficio de su equivalente del género masculino.

Condeno y aborrezco que en pleno siglo XXI aún tengamos que lamentar la muerte de mujeres por su condición de ser mujeres, el trato desigual, la exclusión, la explotación laboral y tantos otros abusos y delitos que reciben simplemente por ser hembras.

domingo, 13 de noviembre de 2016

Matrimonio infantil

Recientemente hemos conocido varios casos de matrimonio infantil que se han dado en países no tan lejanos al nuestro. Se trata de casos de esclavitud para niñas que son vendidas por sus propias familias.

En ocasiones las entregan a señores que les triplican la edad y con los que van a tener que mantener una vida marital. Son escenas lamentables, sobre todo evitables, que muchas veces tienen un trágico final para las menores, quienes incluso han llegado a morir en la noche de bodas o tras un parto fruto de una violación.

Otras veces se produce el matrimonio entre dos niños cuyas familias se han encargado de emparejarlos. El último que conocí se dio en Egipto. La escena presenciaba a dos infantes vestidos de gala y cuyos ojos transmitían a gritos miedo e incertidumbre.

En pleno siglo XXI tenemos cosas que nos merecemos porque las hemos hecho posibles, como que determinados gobernantes estén al mando de países influyentes. Pero eso es una nimiedad en comparación con lo que sufren ciudadanos que no son considerados y que sufren el yugo de una sociedad abusiva, machista y autoritaria que maneja a su antojo la vida de los seres que la componen.


domingo, 6 de noviembre de 2016

Ropa barata

En los últimos tiempos cada vez conocemos más tiendas de ropa y complementos a precio asequible. Hay cadenas internacionales que han ido llegando a muchos rincones de nuestro país. Desde Primark hasta Ale-hop han ido conquistando el bolsillo de los españoles, sobre todo acuciado por la crisis económica y los bajos salarios. 

La ropa se ha demostrado que en algunos casos no es de tan baja calidad como pudiera parecer por el precio, en comparación a los competidores. Sin embargo, en algunos casos la compra puede reportar que sea más costoso un posible arreglo que la prenda en sí.

Desde luego, el bajo coste está reñido con la producción industrial y la explotación de trabajadores que están ocupados durante múltiples horas y en condiciones penosas. Hace pocas semanas la BBC sacó a la luz que varias marcas españolas se lucraban del trabajo de refugiados sirios.

A pesar de la denuncia y del desacuerdo social, estas empresas seguirán vendiendo su mercancía y serán un importante punto de venta ante la próxima campaña de Navidad.