Como seres sociales que somos, estamos condicionados a relacionarnos con otras personas. Nos gusta hablar con la gente, quedar con amigos, celebrar y pasar tiempo con nuestros afines.
Me gustan todos. Me gustas tú. Me gustan los niños, su inocencia, su espontaneidad, su sonrisa constante, su ingenuidad y su valor.
Me gustan las mujeres virtuosas, que trabajan, que cuidan a sus hijos, que cocinan, que tienen tiempo para ponerse guapas y fuerza para enfrentar un día tras otro sin despeinarse.
Me gustan los hombres, valiosos, respetuosos, constantes, que son padres ejemplares y dan lecciones con sus hechos.
Me gustan los mayores, los que han marcado las huellas que han construido nuestro sendero, su sabiduría, su experiencia, su bondad y su paciencia.
Me gusta la gente, hablar con ella, compartir miradas y sonrisas, aprender de todos en actitudes y comportamientos. Sin duda, como fruto de mi relación social soy la persona que soy.
El día 1 de enero no se publican los periódicos en papel. Bien. Pues como "hoy no es uno de enero" este espacio servirá para publicar comentarios, reflexiones o apuntes del día a día que susciten interés.
domingo, 26 de marzo de 2017
miércoles, 8 de marzo de 2017
Mis mujeres
Yo, como todos, tengo en mi vida a ciertas mujeres que son imprescindibles. Aquellas de las que aprendo, de quienes me nutro y las que me han transmitido conocimientos, sabiduría y me han brindado su saber hacer.
Ellas son mi madre, mi abuela, mi hermana, mi profesora, mi médico, mis compañeras, mis amigas y otras muchas mujeres que, de una u otra manera, forman parte de mí. Hoy quiero dedicarles mi pensamiento y mi agradecido reconocimiento a una vida que ha dejado huella. Con cada paso, por costoso que fuera, han ido labrando un sendero que guía a quienes venimos detrás.
Gracias a ellas y a todas las mujeres que luchamos a diario por romper barreras. A las que han tenido que hacer de su vida una lucha y nos han dejado llano el camino a las nuevas generaciones. Son valiosas y únicas. Que no se les olvide.
Ellas son mi madre, mi abuela, mi hermana, mi profesora, mi médico, mis compañeras, mis amigas y otras muchas mujeres que, de una u otra manera, forman parte de mí. Hoy quiero dedicarles mi pensamiento y mi agradecido reconocimiento a una vida que ha dejado huella. Con cada paso, por costoso que fuera, han ido labrando un sendero que guía a quienes venimos detrás.
Gracias a ellas y a todas las mujeres que luchamos a diario por romper barreras. A las que han tenido que hacer de su vida una lucha y nos han dejado llano el camino a las nuevas generaciones. Son valiosas y únicas. Que no se les olvide.
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