Se acaba un curso que ha sido extraordinario. Concluye un trimestre donde hemos tenido que adaptarnos, profesores y alumnos, a trabajar de otra forma y a seguir conectando con cada uno de nuestros estudiantes, aún en la distancia.
Para mí ha sido un aprendizaje, desde el principio hasta el final. Me alegra compartir mi día a día con niños, porque me nutre de su ilusión y de su frescura. Me contagio de su inocencia y muchas veces quiero dar pasos atrás para soltar el peso de la mochila que va cargando los años y las responsabilidades.
Aunque descubrí tarde la docencia, aquí quiero quedarme, porque ha despertado una vocación
que he tenido siempre, aunque no la había desarrollado en este ámbito. Mis ansias de conectar, de acercarme a las personas y de comunicarme.
El día 1 de enero no se publican los periódicos en papel. Bien. Pues como "hoy no es uno de enero" este espacio servirá para publicar comentarios, reflexiones o apuntes del día a día que susciten interés.
miércoles, 17 de junio de 2020
sábado, 13 de junio de 2020
Abuelos y niños
No creo que haya hecho falta vivir una pandemia mundial para reconocer la importancia que tienen en nuestras vidas los mayores y los niños. Lo que sí es cierto es que a veces no les damos mucho crédito o no valoramos demasiado sus opiniones.
La intensidad de la vida adulta hace que en ocasiones dejemos de lado la ilusión y la esperanza de los niños y que desdeñemos la voz de la experiencia de nuestros mayores.
Este tiempo de apaciguamiento impuesto nos ha hecho ver que son necesarias las dos cosas: inocencia y sensatez.
La intensidad de la vida adulta hace que en ocasiones dejemos de lado la ilusión y la esperanza de los niños y que desdeñemos la voz de la experiencia de nuestros mayores.
Este tiempo de apaciguamiento impuesto nos ha hecho ver que son necesarias las dos cosas: inocencia y sensatez.
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