miércoles, 7 de noviembre de 2012

No sin Whatsapp

Que nos hemos adaptado de una forma muy rápida a la tecnología no se le escapa a nadie. Hemos pasado tan velozmente de lo análógico a lo digital como de la cocina de gas a la placa vitrocerámica, aunque hay quien aún se resiste, y si no, la recuerdan especialmente cuando se encuentran sin suministro eléctrico.

Ya somos incapaces de utilizar una máquina de escribir tradicional para redactar cualquier escrito, sino que echamos mano del ordenador. Hemos sustituido el uso de muchos antiguos artilugios y no hay casa en la que falte una cámara de fotografías digital, un ordenador portátil o de sobremesa o un pendrive, para tener la información al alcance de la mano.

Sin embargo, hay otro sistema más moderno y más cómodo que es la nube, que permite trabajar con documentos desde cualquier punto con acceso a la red y que guarda la información en servidores, en Internet.

Lo que es estar a la última es manejar un smartphone y comunicarse a través de Whatsapp. Hasta el punto de que todos los días nos cruzamos a alguien pegado a un teléfono, tecleando mensajes instantáneos. Que estás en el súper y la leche está barata, pues se lo escribes a tu cuñada, para que no se pierda la oferta. Y si pasas por un restaurante que tiene su código QR en la entrada, pasas el lector de tu móvil a ver qué tal está el menú.

No está de más elogiar las ventajas de esta tecnología, pero tampoco podemos dejar de apuntar que ha llegado a sustituir otras formas de comunicación. Ya la gente no se llama, sino que envía un whatsapp, con información tanto vana como precisa.

Desde luego, es cada vez más difícil encontrarse a alguien en una sala de espera sin el móvil entre sus manos. Y este hecho ha favorecido una relación bastante discriminada con los demás. Si no tienes Whatsapp estás fuera. Poco menos que perteneces a otra generación.

Tal ha sido la influencia de este dispositivo que los mensajes de texto por teléfono móvil han perdido millones de usuarios, entre otras cosas, porque tiene un coste superior. A los partidarios del sms, haya calma, siempre quedarán las plataformas de los programas de televisión para ganar el pago de la hipoteca o el viaje con todos los gastos pagados. De resto, parece que a ningún lado se va sin el Whatsapp.

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