martes, 1 de enero de 2013

Un nuevo uno de enero

Hoy es día uno de enero. El día del año en que el nombre de mi blog no tiene sentido. Haciendo un guiño a la edición de la prensa en este día, motivo por el que lo denominé así, hoy me he visto sorprendida. La inmensa mayoría de negocios comienza el año de día festivo. Y hasta hace poco, los quiosqueros tenían la excusa de cerrar este día porque no se editaban los periódicos.

No sé si es la fatídica crisis económica la culpable, pero hoy, uno de enero, me he encontrado abierto un estanco de esos que funcionan principalmente por la venta de la prensa y golosinas. Sólo esta breve mención.

Nos queda por delante un año entero para rellenar de titulares, para leer noticias y artículos y observar las fotografías e imágenes que nos ofrece la realidad social cada día.

Empezando 2013 ya algún ministro se atreve a "garantizar" fechas de recuperación de empleo y para el reestablecimiento de la economía. No sé lo que nos deparará el año supersticioso, pero que nos dejen disfrutar al menos del primer día sin escuchar promesas y argumentaciones de índole política.

Mañana ya podré decir: "hoy no es uno de enero" y durante el resto del año este lema me asegura cobertura. De lo que parece que no nos podremos resguardar es de la guerra cruzada de los grupos de gobierno, de la demagogia política.

En este uno de enero no me atrevo a predecir, sólo espero que las portadas de este año demuestren que "sin periodistas no hay periodismo, sin periodismo no hay democracia". Y culmino agredeciendo el trabajo a los colegas periodistas, aquellos pocos afortunados que pueden aún conservar un empleo en uno de los sectores que más puestos de trabajo destruye en el país. Gracias por su trabajo, hoy más que nunca necesario.


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