En los últimos años, protagonizados por la falta de empleo y un mayor interés por la formación, se ha registrado un significativo aumento de inscripciones en las Escuelas Oficiales de Idiomas. Viendo los requisitos que se solicitan en las ofertas de empleo actuales no es de extrañar.
Para optar a un puesto de dependiente o de camarero se requiere como mínimo un dominio del inglés y el alemán. Esto se torna en una paradoja en un país con una preparación nefasta en lenguas extranjeras y donde los presidentes de Gobierno son incapaces de articular palabra en otra lengua.
Ayer conocí una oferta de empleo para periodista que sacó el Servicio Canario de Empleo. La primera que conozco en años, lo juro. El puesto requería la titulación académica en periodismo y hablar a la perfección español, inglés, chino y alemán. Mi respuesta fue: Vaya por Dios. What a pity! Nin hao. Danke. A ver si me seleccionan.
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