Te lloro cuando mi sonrisa recuerda la tuya. Cuando regreso a una estancia que compartimos y siento que no te veo, pero te tengo.
Te lloro cuando me doy cuenta de que no estarás para abrazarme cuando siempre quise que estuvieras. No tengo tus manos y me parece que siento tus caricias. No tengo tus ojos, pero está conmigo tu mirada grabada en mi retina.
No tengo tu calor ni tu aliento y te extraño, te quiero, te lloro todos los días.
No hay comentarios:
Publicar un comentario