Hoy hemos conocido un terrible caso de violencia. Una mujer joven que ha salido a la calle y ha acabado muerta ¿El motivo? Ser mujer. Así de sencillo y así de terrible.
No puedo evitar transmitir mi dolor por tener que contabilizar asesinatos de mujeres. Presumimos de ser seres civilizados y tolerantes y, sin embargo, tenemos que luchar contra una bestia cuya barbarie se vivió en siglos pasados y no parecemos haber superado.
Ni Laura, ni Teresa, ni hijos de fallecidas por violencia de género, ni familias que las lloren, ni vecinos que se lamenten. Esa lista tiene que extinguirse y esta lacra machista formar parte de una cruda historia que nos ha tocado vivir a los coetáneos del siglo XXI, aquel que trascenderá por la lucha a favor la igualdad de oportunidades de las personas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario