Desde hace ya algunos años empezaron a llegar a las costas españolas multitud de embarcaciones con grupos de inmigrantes a bordo procedentes en su mayoría de países africanos, que llegaban a España con la esperanza de encontrar un futuro mejor.
A medida que se ha arraigado en nuestro país la crisis económica que ha suscitado miles de titulares informativos y una ingente cantidad de conversaciones cuidadanas, la llegada de pateras ha ido disminuyendo. Y es que ya este país no es garante del "sueño español".
Todos hemos escuchado comentarios despectivos, criticando la llegada masiva de inmigrantes ilegales a esta nación. Y hemos oído hablar sobre cómo se les destinan recursos o medios sociales. Lo que pasa es que ahora la situación es un tanto controvertida. Ahora son los españoles quienes ansían emigrar, trabajar en otros países donde tengan oportunidad de desempeñar un empleo; en el mejor de los casos donde ejerzan su titulación académica y sean valorados como tales.
Pues sí. Parece ser que la emigración ha pasado de cayucos a low cost. Ahora reservamos un billete aéreo en una compañía de bajo coste. La idea es que algún lugar de la faz de la Tierra absorva la fuga de cerebros que huyen despavoridos en busca de un futuro mejor. Son jóvenes que se han formado durante años en duras titulaciones y que no tienen la oportunidad de desempeñar sus funciones en el país que le ha brindado la formación. No son altas miras, es optar a ejercer aquello en lo que se han formado y que aquí no pueden realizar.
Sólo espero que en sus países de destino no se encuentren a personas injuriosas que aleguen falsos motivos e importunen al inmigrante español. No quieren quitarle nada a nadie, simplemente son luchadores con mucha voluntad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario