Millones de españoles desempleados enviamos casi a diario nuestro currículum vitae para acceder a ofertas de empleo. Sin embargo, no recibimos notificación ni respuesta alguna por parte de los reclutadores.
Los gestores de las empresas de recursos humanos deberían, como mínimo, y por simple cuestión de educación, remitir una respuesta a los numerosos candidatos que aspiran a cada puesto.
En ocasiones envían una contestación automática que agradece el interés por trabajar en la empresa. Muchas veces es preferible la respuesta ridícula e impersonal que recibir una llamada para comunicar que no ha sido seleccionado. Muchas gracias y mucha suerte, como quien dice.
De la misma forma que la empresa espera recibir las candidaturas, el desempleado agradece saber que han recibido la información y que la están valorando. Sin embargo, frecuentemente parece ser que el envío es en vano, porque no responde ni Dios.
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