En los últimos tiempos cada vez conocemos más tiendas de ropa y complementos a precio asequible. Hay cadenas internacionales que han ido llegando a muchos rincones de nuestro país. Desde Primark hasta Ale-hop han ido conquistando el bolsillo de los españoles, sobre todo acuciado por la crisis económica y los bajos salarios.
La ropa se ha demostrado que en algunos casos no es de tan baja calidad como pudiera parecer por el precio, en comparación a los competidores. Sin embargo, en algunos casos la compra puede reportar que sea más costoso un posible arreglo que la prenda en sí.
Desde luego, el bajo coste está reñido con la producción industrial y la explotación de trabajadores que están ocupados durante múltiples horas y en condiciones penosas. Hace pocas semanas la BBC sacó a la luz que varias marcas españolas se lucraban del trabajo de refugiados sirios.
A pesar de la denuncia y del desacuerdo social, estas empresas seguirán vendiendo su mercancía y serán un importante punto de venta ante la próxima campaña de Navidad.
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