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viernes, 8 de marzo de 2013

Periodistas y jueces

Según los resultados del barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas correspondiente al mes de febrero, periodista y juez son las profesiones peor valoradas por los españoles. Entre los oficios con más reconocimiento están médico, profesor, maestro de educación infantil o arquitecto.

Lo que hay que plantearse es por qué se aprecia tan negativamente el trabajo de los periodistas: quienes dan conocimiento de la actualidad que acontece cada día y denuncian los principales casos que conmocionan a la opinión pública. Del otro lado están los jueces, que se dedican a sentenciar a quienes cometen algún delito o infringen la ley. Si una de las principales preocupaciones de los ciudadanos españoles es la corrupción política, ¿por qué no se dignifica el trabajo de quienes publican y quienes juzgan estos casos?

Sin intención de ofender, no comparto que se valore más positivamente el trabajo de camarero o el de barrendero que el de periodista. Entiendo que todos realizan un servicio social, pero el oficio del periodista cumple una labor más satisfactoria en cuanto a los intereses ciudadanos.

Lo que sí recogen las estadísticas, desgraciadamente, es que el periodismo es la segunda profesión que ha acumulado una mayor destrucción de empleo en los últimos años, después del sector de la construcción. Desde aquí rompo una lanza a favor de los miles de profesionales de los medios de comunicación que luchan por conservar su empleo en tiempos de crisis a pesar de saber que no se les valora. Cualquier periodista de a pie sabe que no se va a enriquecer económicamente con su trabajo, pero su vocación sí que le puede llevar a enriquecerse personalmente. Y ésta es la opinión que defiendo y que publico.

sábado, 4 de febrero de 2012

Quiero al periodismo

Mi vocación por la comunicación y el periodismo me viene desde hace muchos años. Siempre me han interesado los medios de información. Me gusta leer los periódicos, me deleita la radio y cualquier forma de expresión periodística cuenta con mi beneplácito.


Hace unos días hablaba con un compañero de profesión y me comentaba cómo se había desarrollado su trayectoria como cámara. En estos últimos tiempos ha tenido que abandonar su oficio y dedicarse a otra cosa. Pero me comentaba que le gusta su profesión, aún con todas sus inconveniencias, con su baja remuneración, con las muchas horas que tiene que pasar en la calle y a pesar de tener que estar siempre donde se encuentre la noticia.

Y yo coincido con el cámara, porque amo el periodismo y asumo el reto de luchar por lo que me gusta. Porque no me importa trabajar mucho y no cobrar tanto si me siento realizada con mi trabajo. Y sobre todo porque entiendo y respeto el buen hacer del periodista. Porque no sé por qué existen dueños de empresas informativas que no saben qué significa la comunicación ni el periodismo y son capaces de aprovecharse de periodistas formados a cambio de nada. A raíz de repetidas circunstancias como éstas se han hecho populares plataformas como "Gratis no trabajo", a las que apoyo firmemente.

Siempre he comentado entre los míos para ejemplificar la importancia que tiene el periodismo, y más aún en nuestros días, que se imaginen un solo día sin que puedan consultar ningún medio de información. Lo más probable es que no tuvieran conocimiento de lo que ocurre ni siquiera al nivel más cercano. Los políticos, que tanto se aquejan del seguimiento que les hacen los periodistas, no podrían exponer sus medidas, nadie conocería los últimos acuerdos, porque las salas de prensa estarían vacías. No se podrían retransmitir las noticias y desconoceríamos lo que sucede en nuestro propio país. ¿Cómo si no íbamos a conocer que sube el paro, que se incrimina a algún personaje público por apropiarse de lo no debido o que el Real Madrid ganó el partido de la noche pasada?

Sea como sea la forma que elija para informarse, si prefiere la tele o consulta las noticias en Internet, admita que un día cualquiera sin poder acceder a la información (independientemente de que luego lo haga o no) no es un día completo. Piense que si hoy no hubiesen medios de comunicación cubriendo el 38º Congreso del PSOE en Sevilla, el país no conocería el resultado y sería casi imposible comunicar a toda España que ha ganado Rubalcaba. Ahora imagine que ocurre un hecho con trascendencia aún mayor o que requiera la colaboración ciudadana. Seguro que ahora está de mi parte.

Soy periodista, no misionera. He dedicado años a mi formación como profesional y exigo que mi trabajo sea exactamente igual valorado al de otro empleado que ejerce cualquier otro oficio. Porque escribir también es un trabajo; y retransmitir, locutar, presentar, redactar o grabar. Por los derechos de mis compañeros y por los míos, y sobre todo porque quiero al periodismo y quiero que se valore por la importancia que tiene como cuarto poder. En mi vida y en la tuya es necesario.