sábado, 20 de abril de 2013

Las cosas, por su nombre


Después de conocer cada vez con mayor frecuencia los términos que emplean los representantes del Gobierno del Estado para denominar los sucesos de este tiempo, no me queda otra que afirmar que han creado una nueva terminología.

La última ha sido "movilidad exterior". Con estas palabras se refirió la ministra Fátima Báñez para aludir a los jóvenes que acuden al extranjero a trabajar en busca de un empleo que no pueden tener en España.

"Indemnización en diferido" fue la expresión que articuló María Dolores de Cospedal para referirse al cobro del finiquito del extesorero del Partido Popular, después de haber negado en diferentes ocasiones previas que Bárcenas tuviese cualquier relación laboral con el partido.

Un portal financiero destaca que las palabras más usadas por Mariano Rajoy son "empleo", "reforma" y "medidas", como si de eufemismos se tratase, pues bien podrían interpretarse como: desempleo, recorte e impuestos.

En tiempos oscuros, mejor las cosas claras, ¿no? ¿Por qué no llaman a las cosas por su nombre? ¿A qué teme el presidente del Gobierno para comparecer ante los periodistas de distintos medios de comunicación en una pantalla de plasma y sin atender las preguntas de los profesionales? ¿Acaso tiene que preparar un discurso para responder a las cuestiones? ¿Y a esto lo llaman transparencia? Yo diría que está falto de contraste.

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