lunes, 18 de agosto de 2014

Obsolescencia

Hace unos días vi parte de un reportaje sobre lo que han denominado la "obsolescencia programada" de los consumibles que utilizamos cotidianamente. Este trabajo me hizo ver y ser consciente de la cantidad de basura tecnológica que generamos.

Dejando a una lado los residuos que cada domicilio desecha relacionados con los alimentos, hay que valorar los dispositivos como móviles, ordendores, impresoras, electrodomésticos y otros aparatos que tiramos a la basura porque han quedado obsoletos, a pesar de que pudieran tener arreglo.

El problema es que, como ocurre cada vez más frecuentemente, buscar una pieza de recambio para cualquiera de estos útiles resulta más caro que comprar uno nuevo. El mercado ofrece novedosos aparatos, con más utilidades y a un precio competitivo.

La cuestión que nos planteamos es qué hacer con toda esta basura electrónica, cuya gran parte se envía a países del tercer mundo. Allí constituye un auténtico vertedero de plástico y metal en territorios a los que les queda muy lejana la obsolescencia.

No hay comentarios:

Publicar un comentario