No tiene más que visitar cualquier paraje natural de nuestras islas para disfrutar de un día tranquilo y diferente. Sin embargo, seguro que no le supondrá hacer demasiado esfuerzo si se propone buscar basura cerca de cualquiera de estos rincones.
Desafortunadamente, los visitantes de los lugares naturales, incluso protegidos, no tienen en consideración mantenerlos limpios para el disfrute de locales y turistas. Ya se trate de playas, de montaña o barrancos, es habitual encontrar restos de productos orgánicos, latas, plásticos, cajetillas de tabaco y otros residuos a los lados de las vías o detrás de los arbustos.
Me avergüenza saber que mis conciudadanos pueden llevar la comida hasta allí pero no son responsables de traerla de vuelta. Muchas veces se emprenden iniciativas para llevar a cabo la limpieza de los montes y casualmente suelen colaborar quienes no lo ensucian, sino aquellas personas con interés paisajístico y con iniciativa por mantener nuestro patrimonio en condiciones.
Un bonito paisaje costero (como muestra la imagen) puede verse arruinado por el poco civismo de quienes visitan el lugar y no tienen la conciencia y el respeto por el medio natural. Y no se trata de pasarle la pelota a las instituciones públicas, sino de erradicar el problema en la conciencia individual. El papel fundamental es la educación. Sirva como ejemplo que son los niños los que han enseñado a los padres a reciclar; así que plantemos esa semilla.
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