Estos días leí en las redes sociales un mensaje que decía que una persona suele recibir más flores cuando muere, en el cementerio, que mientras vive. La razón que lo explicaba era que es más fuerte el arrepentimiento que la gratitud. Desde luego esta breve reflexión me ha hecho pensar.
¿Le han regalado algún ramo recientemente? El cariño y el agradecimiento debemos demostrarlo a diario. No hace falta que sea con flores ni regalos. Para eso existen los besos, los abrazos, los mensajes y el teléfono.
La razón de la vida colectiva es la interacción. Nada mejor para desarrollar la empatía y las relaciones sociales que comunicar nuestros sentimientos hacia los demás, hacia quienes forman parte de nuestra vida. Estos gestos potencian nuestra inteligencia emocional. Y no todo va a ser raciocinio.
Por aquí apunto que tienen todo mi reconocimiento y agradecimiento por dedicarme un minuto este domingo. Disfruten y sean felices.
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