domingo, 23 de agosto de 2015

Artesanos

Durante el verano, con el motivo de muchas fiestas populares, tienen espacio en calles y plazas diversos puestos de artesanos y artistas que durante el año han estado componiendo una muestra de su trabajo. Ya se trate de piezas de barro, cestería, joyas, artículos de madera, tejidos, alimentos, etc. en la inmensa mayoría de los casos es un trabajo que no se paga con dinero.

Las horas de dedicación que han empleado en la fabricación de sus productos son multitudinarias y el precio pocas veces compensa. Son frutos de unas manos muchas veces curtidas que no se cansan de reproducir el oficio que aprendieron de niños. La pena es que la industrialización y la producción mecánica vaya comiendo terreno a este arte. De hecho, es posible comprar la imitación de un traje típico "made in China" o unas argollas canarias en una cadena de joyerías que poca implicación tiene con las Islas.

Hago una apuesta por el trabajo artesano, por las creaciones de nuestros artistas y diseñadores, cuya mayor valía es la creatividad y la inventiva. Defiendo el uso de técnicas y procedimientos que complementen su trabajo, pero no de quienes quieren suplirlo al ritmo de las máquinas. Reclamo que la visita de las musas y la laboriosidad de las manos coexistan durante mucho tiempo.

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