sábado, 5 de marzo de 2016

Polvo

En las tiendas modernas y cómodas que abundan en las grandes superficies comerciales encontrará algo no tan frecuente en los pequeños comercios. Hablo de polvo. Sí, suciedad, ácaros ¿Se ha percatado de la cantidad de estas partículas que se encuentran en las esquinas de los probadores y en las estanterías de establecimientos donde trabaja una media de cuatro personas por turno?

Sin ir más lejos, ayer visité una tienda de ropa y útiles de una popular marca. Me refiero a esas donde hay que hacer cola para pagar y hay diez cajas. Pues bien, en la sección de hogar, la ropa de cama acumulaba una cantidad de mota que dudo que alguien acceda a comprarla sin que le ataque la alergia. Lo mismo ocurría con velas y otro tipo de utensilios.

Desde aquí y en mi humilde opinión, procuraría menos gasto en márketing y publicidad e invertiría en la salud e higiene, que reporta beneficios tanto a los clientes como a los trabajadores. Con esto no me refiero a poner ambientadores, que impregnan los productos del olor y por otro lado, también pueden causar alergias. Hay una fácil y práctica solución: agua y jabón.

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