No sé si debe ser el colmo de un médico o el sueño de cualquier experto informático, pero las consultas virtuales existen en el sistema público de salud. Si su médico de familia considera remitirle a un especialista puede ocurrir que se convierta usted en un paciente virtual.
No salgo de mi asombro. Consiste dicha consulta en que el facultativo traslada una breve reseña con los síntomas que padece al compañero del que se trate y el mismo le responde un tiempo después vía telemática. Más tarde se decidirá si por fin le ven físicamente o todo queda en un intercambio de información de sus datos médicos entre dos profesionales de la salud.
Siento expresar que me parece lamentable y lo considero un gran empuje a que los pacientes deriven su interés hacia la medicina privada, por la necesidad de tratar su dolencia de una manera efectiva y digamos que real, con evidencias y con la fiabilidad que les da tratar su patología cara a cara con el médico. Por otro lado, también fomenta el autotratamiento, dado el largo tiempo de espera y la facilidad de acceso a información en Internet de la que disponemos.
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