miércoles, 27 de septiembre de 2017

Poco hombres

Hace algunos años el prototipo de hombre era de macho alfa: duro, tosco, prácticamente ajeno a la vida familiar y doméstica y que dedicaba la mayor parte de su tiempo exclusivamente a trabajar. Hoy en día, por fortuna, he de decirlo, el modelo de varón se ha adaptado a los tiempos y los hombres se han convertido en excelentes padres, cercanos, sensibles, amos de casa, buenos cocineros, compañeros, deportistas, interesados por la cultura y un largo y variado etcétera.

El hombre, como la mujer, es capaz de desarrollar muchas tareas, no reñidas por su condición masculina. No se extrañan si les digo que hace sólo unas décadas los hombres rara vez realizaban la compra o se ocupaban de los hijos.

Algunas mentalidades, aún obsoletas, atribuyen a los varones el calificativo de "poco hombres" cuando realizan funciones que fueron estrictamnete adjudicadas a la mujer en tiempos pasados. Declaro que me alegra y que me encanta ver a papás con el cochecito de sus bebés en el supermercado o en el médico, me gusta verles tender la ropa o aspirar las alfombras. Porque ellos, como nosotras, pueden hacerlo.

Aún convivimos con primitivos que escupen frases del tipo: "Mujer tenía que ser" cuando conduce una señora. Contra estos estereotipos tenemos que luchar todavía, cada vez en menor medida porque afortunadamente se van superando barreras y las conformando una sociedad moderna, tolerante e igualitaria.

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