sábado, 18 de febrero de 2012

Los placeres que nos quedan

En estos tiempos revueltos que vivimos, donde cada día escuchamos peores noticias, aún podemos disfrutar de pequeños placeres cotidianos, que, aunque cada vez son más sencillos, los disfrutamos con más intensidad. Me refiero a disoner de tiempo de ocio, a olvidar los problemas y regalarnos un ratito para disfrutar de nosotros o con la compañía de otras personas.

Optar por la música em lugar de escuchar las noticias es una buena alternativa. Una comida en un lugar diferente, que no tiene que ser necesariamente un restaurante de lujo, sino disfrutar de la naturaleza y de algún manjar que preparemos nosotros mismos. Darnos un masaje, ver una buena película o cualquier otra distracción son los pequeños placeres que nos nos podrán recortar a golpe de decreto.

Aunque no podamoss viajar con la frecuencia que desearíamos y no nos sea posible gastar dinero para disfrutar, siempre nos queda al alcance gozar de momentos de relajación, donde las preocupaciones no tengan cabida, ya sea realizando una caminata o disfrutando de un día soleado en cualquier paraje. Permitirnos tiempo para las emociones es importante, un ratito para el disfrute no le hace daño a nadie.

Cada vez con mayor frecuencia escuchamos noticias que se convierten en problemas personales, que nos hacen pensar en las dificultades de llevar el día a día, pero permitirnos algunos descansos son el aliento del alma y del cuerpo. Por eso, apuesto ciegamente por los momentos de placer, para revitalizarnos y saber que lo que viene después no debe ser tan duro, que podemos sobrellevar la carga de los problemas diarios sin renunciar a aprovechar de algunos momentos para nosotros.

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