Todos hemos oído hablar en alguna ocasión a una persona con ímpetu sobre el servicio militar, sobre un parto, sobre el examen de conducir, etc. Estos son algunos de los temas que podrían calificarse de batallitas y que quienes lo han vivido, detallan acaloradamente y con todo lujo de detalles.
Uno de los temas más típicos en los relatos de los hombres es la convivencia con los compañeros durante la realización de la mili. Salen a flote los trabajos que realizaban, las maniobras, las comidas y el recuerdo empañado de una época que tuvieron que vivir la mayoría de varones que hoy son adultos.
Entre las señoras, un tema de conversación muy recurrente es narrar las peripecias que sufrieron durante el parto de sus hijos. Aquí se refieren por menor las circunstancias de la llegada al mundo de los pequeños, incluyendo dolores, tratamientos, reacción del personal sanitario y un largo etcétera.
Y entre una gran cantidad de población existe un asunto que refiere gran cantidad de comentarios: la obtención del permiso de conducir. Aquí los protagonistas son las prácticas de conducción, los profesores, las autoescuelas, los examinadores, las señales de tráfico, semáforos y pretiles que alteran su estado previo y hacen finalizar la jornada como un auténtico drama o como un milagro.
No es mi intención estereotipar las conductas, pero ponga atención cuando se debata sobre estos temas y ya me contará acerca de las batallitas.
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