Esta semana, con motivo de la pre-campaña electoral, Pedro Sánchez, portavoz del Partido Socialista, declaró su intención de incrementar el salario mínimo interprofesional hasta los 1.000 euros. Multitud de personas cualificadas no alcanzan esa cifra, aún desempeñando funciones ajenas a su preparación.
La expectativa salarial de cualquiera alcanza y supera esta cantidad, ahora bien, debe establecerse de acuerdo al tipo de empleo que desarrolle y sus características particulares.
Las exigencias sociales, digamos los gastos propios de la vivienda, alimentación, vestimenta, desplazamientos, etc. apenas se suplen con mil euros. Ni qué decir en el caso de que se trate de una familia.
La papeleta esconde: a más sueldo, más contribuciones impositivas. De ahí que mencione esta cuestión como una utopía. Y al fin y al cabo, anhelamos sólo dos billetes violetas.
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