El servicio de correo electrónico de Google, Gmail, ha dispuesto una opción que ha revolucionado las comunicaciones. Nos facilita la manera de poder rectificar a la hora de enviar un correo electrónico y cancelarlo en los 30 segundos siguientes al envío. Ofrece una segunda oportunidad, la de deshacer el entuerto.
Imagínese que contamos con ese medio minuto cada vez que somos conscientes de que nos equivocamos y pudiéramos dar marcha atrás. Sería un alivio en el caso de cometer un mal gesto o pronunciar una palabra hiriente u ofensiva. La verdad es que muchas veces nos damos cuenta de que hemos errado tras sólo un instante de cometer la equivocación.
30 segundos no es nada, pero puede darle la vuelta a la situación por completo. Llámelo salvación o arrepentimiento, pero estoy segura de que, de haber existido antes, habría salvado a más de uno y habría evitado muchos dolores de cabeza. Para más inri, el correo electrónico ha llegado a ser un medio fiable y cuantificable incluso hasta en un juicio, si no que le pregunten a Urdangarín.
No hay comentarios:
Publicar un comentario