martes, 3 de noviembre de 2015

Autopistas

En las autopistas, plataformas comunes de transporte, pasamos una parte de nuestras vidas, puede que mínima, pero significante. En Tenerife una de las más transitadas es la TF-5, por la que diariamente circulan miles de vehículos y en la que muchos usuarios sufren las populares colas mañaneras.


En estas carreteras cada día suceden historias y son testigos de todo tipo de sucesos. Este lunes el afectado fue un agente de la Guardia Civil que no se encontraba de servicio, pero aún así decidió parar su motocicleta para asistir a alguien. El fatal desenlace ocurrió cuando el conductor ebrio de una furgoneta se llevó por delante al agente y acabó matándole.

Hace unos meses un individuo circuló varios kilómetros en sentido contrario hasta que alcanzó a otro vehículo, cuyo ocupante perdió la vida. Cuando usted avanza por una autopista a una velocidad adecuada, la sola idea de encontrar un vehículo en su contra es terrible. Haga la prueba si quiere, plantéeselo sólo un instante y comprobará la sensación de vulnerabilidad que le invade.

Las vías donde a más velocidad se circula deberían disponer de un mayor número de elementos de seguridad. No siempre es así. Hoy, con el uso de los móviles se entiende que cada uno es capaz de solicitar su propia asistencia en caso de un choque o una avería. Cuando se trata de percances más graves, entran en actuación los servicios de emergencia.

Debemos circular con precaución y atender a los elementos externos que puedan condicionar la conducción. Ahora bien, todos somos personas y las carreteras no son más que asfalto. En todo caso debe primar la solidaridad y ser consciente de que manejamos un arma que puede ser causar efectos fatales.






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