sábado, 20 de mayo de 2017

La senda

Tras las graduaciones y el término del año académico se abre un camino de posibilidades al alcance de los jóvenes que deben decidir qué rumbo tomar, hacia dónde dirigir su futuro, cómo completar su formación.

Para algunos será sencillo porque tienen una vocación definida y no tendrán que pensarlo; sin embargo, habrá quienes se planteen la viabilidad o las salidas profesionales de los estudios que emprendan. Otro destino es la incorporación al empleo con una menor cualificación. En unos años serán dentistas, abogados, profesores, pero también mecánicos, cuidadores, peluqueros.

No soy nadie para dar consejos. Yo, que me he rendido a la vocación con los ojos cerrados. Es gustoso y satisfactorio formarte en lo que te gusta, aprender y nutrirte del sector en el que te sientes cómodo, en el que puedas dar y tomar. Y seguir aprendiendo, aunque el resultado laboral no sea el que siempre has soñado.

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