lunes, 29 de mayo de 2017

Naturalmente

Si analizamos a conciencia nuestra cesta de la compra y comparamos los productos que consumimos con los que comían nuestros abuelos tenemos la clave de muchos de los problemas que acusa nuestra salud. No me refiero sólo a la obesidad y la diabetes, sino a la manera en qué hemos asumido la adquisición de complementos alimenticios que parecen ser saludables, pero no los tomamos de manera natural.

Es habitual encontrar leche con omega 3, stevia como sustituta del azúcar, complementos de vitaminas, magnesio, colágeno, etc. Muchos de estos elementos se encuentran en alimentos básicos y saludables que hemos dejado de ingerir. En lugar de pescado fresco, tomamos el complemento de omega; como no tomamos suficientes productos de la huerta, compramos pastillas de antioxidantes y antienvejecimiento; lo mismo para fortalecer la memoria o para ir regularmente al baño.

Hemos sustituido lo bueno y natural por todo lo que viene envasado, cortado, preparado y casi masticado. Es más cómodo consumirlo así, pero hasta los plátanos, tan nuestros, ya los podemos comprar en bandeja.

Me da pena ver de la manera que hemos descartado lo que la naturaleza nos brinda, tan bueno y esencial, para incorporar pastillas, ampollas, cremas y otros potingues. Únicamente lo que necesitamos, como dice el lema: "Mamá Naturaleza te lo da".

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